La sociedad

  La revolución liberal  y la industrialización  transformaron la sociedad española. Pero en España predominaba el sector agrícola, además el escaso desarrollo industrial hizo que la burguesía fuese débil y que la nobleza y la Iglesia mantuvieran mucha más influencia que en otros países de Europa Occidental.

1. Las nuevas clases dirigentes:

La nobleza terrateniente, que había perdido los derechos señoriales pero todavía conservaba la propiedad de la tierra.

La nueva clase adinerada era la alta burguesía. Compartía con la nobleza su predominio social y era la propietaria de las nuevas industrias, las grandes compañías y los bancos. También se convirtió en terrateniente gracias a la adquisición  de buena parte de las tierras que se vendieron con la desamortización.

La mediana burguesía, la llamada clase media, era escasa y estaba constituida por pequeños empresarios industriales, comerciantes, profesionales liberales, funcionarios, etc.

2. Los campesinos:

Constituían la mayor parte de la población, cerca del 65% en 1860. De ellos el 80% no era propietario de sus tierras o su propiedad era tan pequeña que no le permitía subsistir.

Una parte del campesinado trabajaba en régimen de arrendamiento, un grupo más numeroso debía emplearse por un jornal: los jornaleros o mozos (criados). Su número no solo no descendió en el siglo XIX sino que creció pasando de 3600000 a 5400000.

Sus salarios eran escasos y estaban sometidos siempre a la arbitrariedad de los amos. Privados además, por las desamortizaciones de las tierras comunales, no podían aprovecharse de recursos como la leña, los pastos o la caza que en otros tiempos les ayudaban a sobrevivir. Esto explica que las revueltas campesinas se sucediesen a lo largo de todo el siglo.

 

 

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